LA PERSONALIDAD, SEGÚN LA FORMA DE TOMAR EL TÉ

Al parecer, la forma en la que se toma una taza de té puede decir mucho sobre la personalidad de los “tea lovers”. Al menos así lo han detectado en una encuesta realizada por Arbos Teas y recogida por Teterum, que asegura que en la variedad de los tés y el modo de consumirlo está la variedad de personalidades.

El perfeccionista. Se caracteriza por ser muy minucioso y por tener como principal objetivo exprimir siempre al máximo el sabor de su té predilecto y sus posibilidades. Por eso, moja, de forma concienzuda, el té a muy altas temperaturas, esto con el fin de obtener la máxima concentración de  sabor y aprovechar hasta el extremo el sobre de té. De esta manera, este tipo de amantes del té suelen obtener un té fuerte y muy sabroso.

El serio. Este tipo de “tea lover” no se toma nada a broma lo que es la experiencia de tomar un té. Disfruta, prepara, contempla… El momento de tomar el té es toda una ceremonia. Su práctica se basa en el conocimiento, por lo que lee a menudo, conoce las propiedades de cada té e incluso, comprueba la temperatura del té con un termómetro. Todo, para lograr el punto perfecto en la preparación de cada infusión.

El despistado. Son fans del té, pero, a su manera. Ellos se proponen seguir un método preciso de preparación pero nunca lo consiguen. No son constantes, por lo que no seguirán a rajatabla cada paso de las indicaciones que suele incluir cada té. Esto no quita para que el resultado sea, a veces, perfecto. Pero será más cuestión de suerte, que de otra cosa.

El tranquilo. Para ellos el té no sólo es alimento, sino una forma de vida. Según el humor que tengan tomaran un té u otro. Normalmente asocian ese momento de tomar una infusión con una actividad, social o cultural: una charla existencial, la lectura de un libro, ver un paisaje… Con ellos no van las prisas.

El práctico. No se anda con rodeos. Va al grano y busca la practicidad de las cosas. Y eso, en todo, hasta en el té. Para ellos, el té es sencillamente el resultado de sumar agua caliente más un sobre de hierbas. Es muy posible que no prepare la infusión ideal, pero les gusta y punto.